lunes, 18 de febrero de 2013

SNES: Super Metroid




Y volvemos con una reseña re-editada directamente de Gamefilia, en concreto este trabajo se remonta a la época en la que apenas me encaminaba a disfrutar todo lo que un blog me puede ofrecer en cuestión de expresar lo que siento y compartir chorradas con todos ustedes, obviamente la redacción, el contenido y todo lo demás es bastante pobre, más de lo que es ahora. Y como soy un tipo que no se avergüenza de su pasado, todo lo contrario pues lo muestro como una parte de mi historia escribiendo, les muestro el enlace a esta entrada.


Super Metroid es uno de los pilares básicos de la SNES, un titulo que debes de jugar a como dé lugar, aquí no importa si lo tienes en original o por medio de un emulador, pues he llegado a la conclusión de estar ante uno de primeros títulos en explotar la mecánica de exploración en un mapa no lineal de forma tan asombrosa, sin hacer menos para nada su apartado técnico buenísimo, pura grandeza de 16 bits.



Por extraño que parezca el juego de SNES es la continuación de Metroid II, el cual salió para GB, considerado como una de las ovejas negras de la saga –está cabrón por lo de Metroid Other M y Metroid Pinball- . Todo se remonta a la vez que Samus destruyo un planeta totalmente sola, esto conllevo a la extinción de los metroids, seres con forma de medusa espaciales que habitaban en el, pero no todo se perdió, un pequeño embrión de Metroid fue recuperado y trasladado a una base de investigaciones.


Una llamada de alerta dirige a Samus hacia estas instalaciones donde se hacen importantes experimentos que desemboquen en beneficios para la humanidad, cuando llega se encuentra con toda la gente muerta y reventada, durante el recorrido Samus se encuentra con el pequeño Metroid que es secuestrado por el jefe de los piratas espaciales, una especie de cangrejos mutantes con armaduras que disparan rayos láser que sirven a un líder simplemente aterrador y malvado, que siguiendo las características de sus secuaces debe de tener una apariencia imponente que te cagas:


Este:


El malvado señor del mal espacial, Ridley, secuestra al pequeñín con Samus pisándole los talones desde su nave y luego de unos buenos fregadazos con la flota enemiga llegamos a Zebes, lugar donde los acontecimientos de Super Metroid están por suceder.

Para estas fechas pocos son los que no saben de qué va Super Metroid, por lo menos sus conceptos más básicos, fue concebido como un plataformas que dirige todas sus bazas en la exploración de un enorme mapa que interconecta todas sus zonas entre sí, dando una sensación de libertad que en esa época era muy difícil de conseguir, pero desglosemos con calma este apartado.

Samus es una protagonista pesada, difícil de manejar a la perfección para sacar provecho de sus múltiples habilidades que con el tiempo vamos adquiriendo. Esto es muy sencillo, al principio no somos más que un personaje muy débil que suda por matar a un puñado de bichejos trepa muros que no hacen más que caminar en la misma plataforma sin esperar nada más en la vida, pero que gracias a un sistema de expansiones buenísimo nos vamos convirtiendo en una autentica maquina asesina… de bichitos con picos.


Y así es como llegamos a uno de los puntos cruciales que hacen a Super Metroid un titulo impactante y adictivo, el jodido sistema de expansiones, motivo por el cual la exploración es primordial. Durante nuestro trayecto por Zebes encontraremos diversos ítems que sirven para causar más daño a nuestros enemigos, aumentar nuestra capacidad de vida y acceder a sitios bloqueados. Algunos objetos están a simple vista y representan las múltiples expansiones como las bombas o cohetes mientras otras están jodidamente escondidas y la forma de llegar a ellas es poco ortodoxa.

Al principio Samus cuenta con la habilidad de disparar bolas de unicel  y saltar, pero mientras vamos avanzando por las zonas, descubriendo nuevos lugares de Zebes, nos toparemos con habilidades nuevas como la capacidad de hacerse bolita, distintos tipos de rayos que lanzan madres bien cabronas y mejoras para el traje de Samus para aguantar diversos cambios climáticos extremos.

Dar con todas estos ítems no es cosa de caminar y ya, varias son las veces que tendremos que regresar a zonas ya visitadas para buscar acceso a otras que se encuentran hasta el otro extremo del planeta, gracias a Dios contamos con un mapa que nos muestra que lugares hemos visitado y que caminos nos llevan a la siguiente capa del planeta, las cuales siguen un esquema básico de explotar al máximo cierta habilidad aunque las demás sean necesarias.


De vez en cuando caemos en el desmadre de descubrir si estamos atorados en determinado lugar por no tener que ir por ahí, por no encontrar el arma indicada… o simplemente porque somos tan poco habilidosos para sortear obstáculos, digo, muchos no entraron en la cuenta de que Samus era capaz de saltar de pared a pared y al ver como un montón de  animalitos saltaban haciendo de idiota en la famosa sección donde por única vez es obligatoria esta habilidad nos sorprendemos con que ¡Si la tenemos yupi!. Esto último es normal, en especial si eres de las hornadas gamer más recientes, no te sientas mal, no tenemos la culpa en absoluto de ser mancos.

El juego cuenta con una curva de dificultad perfecta, no te pide tener tu arsenal al 100% , aun así es necesario ir buscando tanques de vida y misiles sobre todo porque aunque nos parezca que vamos sobrados es nomas ver a los jefes volando hacia ti y darte cuenta de que ya estás muerto.
El combate contra los enormes jefes en este título no está escaso de dificultad, aunque tampoco es que sea lo más difícil que podemos encontrar, el patrón de movimientos está bien marcado y con práctica logramos convertiros en nuestras putas.

El apartado técnico se ve bien, los años le han sentado perfecto a Super Metroid y es todo un referente al amor que los pixeles pueden desprender con escenarios bonitos y llenos de detalles que caracterizan a cada zona que visitamos a lo largo del juego como las naves espaciales, la zona con abundante vegetación o el infierno representado en la zona de lava. Por si fuera poco la atmosfera es rompedora haciéndonos sentir de verdad la sensación de soledad simplemente impagable.


El juego se mueve fluido sin apenas ralentizaciones, creo recordar algunas muy puntuales cuando los enemigos se presentan a lo cabrón con muchas explosiones y efectos vistosos, tanto la protagonista como el variado elenco de enemigos cuenta con un puñado de animaciones geniales que los hacen ver con vida y naturalidad, a pesar de que los pinches bichos se mueven en círculos. Efectos diversos como el cambio de iluminación que el scanner de Samus provoca en la pantalla o los pétalos y gotas de lluvia  que inundan nuestro alrededor son muy de agradecer pues nos enseña que la SNES era una consola la mar de potente.

El diseño de Samus es, al igual que el resto de criaturas errantes grandioso, compuesto de una cantidad decente de pixeles, mención especial a los titánicos jefes, que a pesar de ser muy pocos te dejan bastante satisfecho.

La música esta poca madre, ayudando a la atmosfera solitaria y oscura, los efectos de sonido son de gran envergadura abarcando los diversos sonidos que las criaturas emiten o nuestro propio traje al activar alguna fregadera.


Super Metroid nos ofrece una experiencia única, atrapante y muy divertida, la duración del juego supera fácilmente las 9 horas. Independientemente de que tanto te puede gustar un plataformas recomiendo bastante jugarlo, más que nada por ser la saga que llevo la exploración a un nivel insospechado y que a día de hoy se mantiene.

PROS
Estupenda mecánica
Factor de exploración altamente adictivo
Apartado técnico sobresaliente
Duración perfecta
Retador pero muy disfrutable para todo tipo de personas.

TOTAL: 10

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